De la viña

a la copa

En la Viña

Entre los meses de junio y agosto se realiza la poda.

En setiembre la vid despierta de su letargo invernal, es la brotación, crecen los brotes donde se pueden visualizar los racimos y las hojas.

Entre setiembre y diciembre se realiza lo que se llama el manejo en verde, que consiste en el desbrote, deshoje y raleo con el fin de obtener racimos de mejor calidad .

Entre noviembre y diciembre se da la  floración dependiendo de la variedad de la uva. 

En febrero y marzo se hace la cosecha de la uva a mano con el fin de darle a cada racimo su máximo cuidado.

Primero se cosechan los blancos, chardonnay y sauvignon gris.

Luego los tintos en el orden, merlot, syrah, cabernet franc, tannat, cabernet sauvignon. 

La cosecha es manual, posteriormente entra la uva en la bodega en cajones para su elaboración.

En la Bodega

Cuando la uva llega a la bodega se hace  la selección en dos cintas : una en la que se eligen los mejores racimos y la otra en la que se selecciona grano por grano.

En la bodega, el resultado de estrujado y prensado se guarda en tanques de acero inoxidable.

Posteriormente se añade levaduras seleccionadas para que el azúcar del mosto se convierta en alcohol. A este proceso se le llama fermentación.

Durante el proceso de fermentación al mosto-vino se le realiza remontajes, se le hacen controles de densidad y de temperatura.

  • Blancos: fermentación entre 13 y 15 grados
  • Tintos: fermentación a menos de 26 grados 

Cuando termina la fermentación, se hace el descube, se separa el vino del orujo (semillas y piel).

Luego viene el proceso de clarificación y filtrado del vino. Los vinos jóvenes sin pasaje por barrica ya se se envasan y quedan listos para la comercialización.

En la Bodega

Barricas

Las barricas, en su origen, no fueron inventadas para el almacenamiento del vino, sino para su transporte. Y es que la comercialización del vino fue considerado como una gran oportunidad para hacer negocio en aquellos lugares en los que no se daba el cultivo de las viñas.

En la Cava

La forma y la robustez de las barricas facilitaban el transporte de esta bebida, considerada en la antigüedad un manjar de dioses.

Los vinos Proprium, Reserva y Familia Necchini exigen un tiempo de maduración y envejecimiento en barricas.

Y es que en esta fase, las barricas de roble frances y americano facilitan la oxigenación que el vino necesita para alcanzar su excelencia. Asimismo, la madera de roble, al estar en contacto con el vino, le aporta una serie de compuestos que influyen directamente en el aroma y el sabor.

Así, una reacción que se lleva a cabo en los procesos de maduración en barricas es la denominada microoxigenación. Esta sucede cuando el oxígeno penetra en los poros de la madera de roble y llega hasta el vino almacenado en el interior de las barricas. Ahí es cuando se produce el envejecimiento y la maduración real del vino.

Los vinos que el enólogo defina tendrán su pasaje por barrica,estarán entre  6 y 24 meses dependiendo de la línea de vino.